Julieta Venegas: de la necesidad a la satisfacción 5 de julio de 2004 Por Omar Cerrillo* Consonacia es una columna mensual que visualiza la música rock a través del impacto social que ésta puede tener en sus oyentes. Realizamos este análisis partiendo de un esquema donde se consideran dos grandes variables: el orden social y la influencia o acción. A mayor orden, se logra el control social; a menor orden, se consigue la libertad. Por su parte, la mayor acción exteriorizada se traduce en influencia social, mientras que las acciones interiorizadas solo impactan en lo individual. |
Así, consideramos que toda la música nos impacta como escuchas y como sociedad desde alguna de estas cuatro perspectivas. Hay música conservadora o revolucionaria para lo social, o bien limitante o expansiva para lo individual; y algo nos transmite para lograr que uno mismo se vea en una de estas situaciones.
Esto lo podemos ver con mucha claridad tanto en las letras como en composición musical. Nuestro trabajo se centra en el análisis de los discos, conciertos y otros eventos para realizar esta columna.
Julieta Venegas: de la necesidad a la satisfacción
En los últimos meses ha sido frecuente salir a la calle y encontrarme en sitios tan diversos donde la música de fondo que acompaña mi andar por Ciudad Tenochtitlán es alguna rolita del nuevo álbum de Julieta Venegas. Es lo más común andar en un tianguis y ver a las chavitas de la secu cantándole insinuosamente al galán de tortería en turno si es que quiere “andar conmigo”. Hasta en la birria de San Cosme, atrás del mariachi, suena en la rockola del rincón esa nueva melodía que pide “tiempo para darte todo lo que tengo”.
El éxito reciente de Julieta Venegas es inédito en su carrera. Nunca lo alcanzó cuando “aprendía de sus pasos” o cuando se quitó “el listón de su pelo” en el cover de los Ángeles Azules para la película de Asesino en Serio. ¿Qué hay detrás del éxito de Sí? ¿Por qué Julieta es hoy el referente más usual de las chavitas enamoradas? Simplemente, la Venegas ha pasado de ser una femme fatale del rock mexicano a la chica sexy y mesurada de un pop rock más tradicional. En sus propias palabras, Sí “expresa un momento distinto en mi proceso como compositora y cantante. Quería explorar emociones distintas a las que había reflejado en mis canciones anteriores. Es un disco más alegre y creo que refleja madurez en la composición y en los arreglos, es más sencillo y emotivo el resultado”.
Las emociones de las que ella habla evidentemente han cambiado. En Aquí y Bueninvento, Julieta buscaba encontrar libertad interior, libertad de emociones y sentimientos propios. “Aprendo de mis pasos / entiendo en mi caminar” implica la posibilidad de ir más allá de lo conocido, de explorar en MI para entender en MI. Julieta huía sin saber porqué, escapaba de los demás: “De qué andamos huyendo si no hemos hecho nada”. Al huir, Julieta buscaba un lugar donde encontrarse consigo misma, “Si solo tuviera un lugar para expresar mi necesidad / Si alguien escuchara lo que tengo aquí, eso sería”. Y qué decir en el plano musical, donde el fraseo complejo y la métrica irregular de sus letras daba una cadencia muy peculiar a la música de la Venegas, características que no existían en la música popular mexicana.
Ahora, en Sí, Julieta es más ordenada en su métrica, en su melodía vocal; definitivamente es más sencilla en su composición. En cuanto a las letras, la propuesta es más relajada, como si hubiese encontrado ese lugar para expresar su necesidad, y no sólo lo encontrase, sino incluso haya satisfecho su hambre sentimental: “Yo también tengo secretos para darte / Y que sepas que ya no me sirven más”. Ahora que no hay más que buscar para sí misma, ha encontrado quien le pula el alma y la calme: Si me hablas de amor / Si suavizas mi vida / No estaré más tiempo sin saber qué siento.
Si bien es cierto que hay emociones distintas exploradas en Sí, también existe una constante en la propuesta de Julieta: busca mover cosas en el interior de la persona. Su música no tiene implicaciones en el ámbito colectivo, ni para cambiar ni para mantener el mundo como es. A Julieta le preocupa ella y las chavas que piensan y sienten como ella.
Más allá de la madurez y la alegría, Julieta Venegas ha encontrado un momento en su vida que se refleja claramente en su trabajo musical. La portada rosa y el vestido de novia no son casuales. Los pasos de aquella chica oscura que caminaba con su acordeón en busca de algo se transformaron en pasos floridos, llenos de color, llenos de lo que antes no tenía. Si antes había, ahora, ahora, tampoco desea. Julieta Venegas tiene lo suficiente para dar todo lo que tiene. La pregunta que queda en el aire es si ese “todo” lo habrá dado en Sí o habrá Julieta Venegas para más.
*Omar Cerrillo ha participado en bandas de garage: Saldo Rojo, Viacruxis y Leda. Ha sido analista de información y locutor. Es Maestro en Sociología por la Ibero con la tesis sobre “símbolos y territorios del rock en la Ciudad de México”.
Hola: Buenas tardes, me parece increíble pero ha sido cierto… Llevo días buscando información de las presentaciones que tendrá el Grupo Ángeles Azules en lo que resta del año e igualmente de Celso Piña y nada me ha arrojado de información la web… ¿Saben en dónde y con quién se puede contactar para obtener dicha información?
Por la gentile atención y respuesta que se srivan brindarme, muchas gracias.