Falta de opciones obliga un rechazo a la política
Este domingo se celebraron comicios locales para elegir gobernador en el Estado de México. Confirmada la captura del total de los 45 distritos, los números muestran, además de la posición de cada candidato, el porcentaje de participación y el número de votos anulados.
Un voto nulo puede ser producto de dos situaciones: el desconocimiento del marcado de la boleta por un candidato en particular o intencionalmente se rayaba la misma indicando que no se tenía preferencia por ninguno, es decir no se le otorgaba un sufragio efectivo a ningún contendiente.
Ese fue mi caso y a decir de mi pasado como observador electoral, no tengo duda de lo anterior. Alguien con conocimiento de causa puede claramente expresar no haber encontrado en la boleta a la persona que cumpla sus expectativas para el cargo público para el que se presenta.
Sin duda alguno me replicara que en una posición similar se encontraron quienes se abstuvieron de acudir a la casilla. Es cierto, sin embargo creo encontrar diferencia puramente civil entre quien acudió a decir no a ninguno de los candidatos en la boleta y quienes simplemente, quizás, hasta olvidaron o no se enteraron de que se celebraba una elección.
Sin embargo no culpo ni señalo a quienes estuvieron en ese escenario. Simplemente se ven envuelto en un ambiente donde de antemano saben que los políticos mexicanos (y que decir de otras regiones del planeta) no presentan soluciones concretas para liderar este país.
La falta de información, educación cívica y un ingrediente más. Pocas personas conocen de la figura de la anulación del voto y creen que acudir a la urna les obliga a ofrecer su voto a un candidato. Nada más falso.
Y es que ni el IFE, ni el IEEM y mucho menos los partidos han informado de esa posibilidad al ciudadano.
El ejercicio es idéntico cuando se acude a comprar ropa o zapatos. Si no se encuentra de nuestra talla o gusto no estamos obligados a comprar.
Los números
En los resultados presentados por el PREP del Estado de México, acudió a votar el 41.73 por ciento de la población registrada en el padrón.
De los 3, 641, 081 votos emitidos, 122,930 fueron declarados nulos, es decir, el 3.38 % del total.
Desde luego, esta cifra no se compara siquiera con el último lugar. Lo que deseo destacar es el que ocurriría el día que ese número crezca y un número mayor de personas en forma intencional anulen su voto y con ellos expresen su rechazo a la actual oferta política.
YO SI VOTARE POR MI PARTIDO, NO HA NACIDO EL QUE ME CONVENZA EN ESTA OCASION, DE LO CONTRARIO….¡SI AL VOTO!